domingo, 31 de marzo de 2013

Vestido de seda

-Si te atreves...acércate un poco más. Piérdete conmigo.
Resonaba en su cabeza, la frase resonaba en su cabeza al mismo tiempo que la lluvia caía y las gotas hacían carreras en su ventana...Pero esa lluvia la complacía, porque transportaba los rayos de luna.
Perderse, sí, perderse para encontrarse. Entonces decidió que dejaría que las mariposas que habitaban en todo su cuerpo la impulsaran. Abrió la ventana y saltó, y sus pies se ensuciaron de barro, y su vestido de seda se pegó a su cuerpo...Tomó su mano, memorizó sus ojos, se atrevió a acercarse...y supo que ya se había perdido y que de pronto se había encontrado.


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